viernes, 22 de enero de 2010

Con miedo al sur

Recientemente he conocido más gente que le teme al sur de lo que creía. Es posible que todo se deba por su modo de crianza. Al fin y al cabo, yo cuando niño le temía a los negros, porque en Boyacá la colonia afrodescendiente era casi nula (ya no, culpa del desplazamiento, pero eso es otra cosa). O también puede ser por ignorancia.

Pero a mí, que he vivido en 4 casas diferentes en los cuatro puntos cardinales de Bogotá, siempre me causa curiosidad ese detalle de la gente que le teme al sur. Ellos que, como alguna vez dije, creen que de la calle 72 para abajo es Soacha, que al sur de la 26 atracan, y de la 13 para allá hay guerrilla. Por supuesto, hay cosas de esas que son verídicas, pero la pregunta es el por qué.

Una teoría mía es la ignorancia de la gente. Por ejemplo, muchos no saben qué es Mandalay o Ciudad Jardín Sur. El primero es un barrio, que creo fue construido por Sarmiento Angulo, ubicado al lado de Banderas y de Ciudad Kennedy, Avenida de las Américas con Boyacá. El segundo es otro barrio por el estilo, que queda muy cerca al hospital San Rafael y el Restrepo, calle 17 sur entre Carrera 10 y Av. Caracas.

Qué ocurre con ambos barrios? Ambos son estrato 4 y, de hecho, algunas casas son 5. Hay un amplio corredor que atraviesa la ciudad aproximadamente por las calles 11 sur y 8 sur, que es el "sur rico", si se puede llamar así: Ciudad Montes, Santa Isabel, Marsella y otros barrios más, ubicados con nomenclaturas que incluyen el término "sur" al que tanta gente le teme.

Por supuesto, también hay depauperados en el norte, y no me refiero a Suba o al Codito. Está aquella invasión en la 127 con Séptima, oculta ahora de los ojos de los peatones por la construcción de amplias y seguras torres. Aún así, esta invasión se hace notar, cada que alguien es robado en Unicentro o en Usaquén, a lo que la gente ignorante le achaca la culpa a los 3 millones de bogotanos, es decir, la tercera parte de la población bogotana, que vive al sur del río Fucha. Y que se le olvida que todos los cerros orientales, desde Lijacá hasta Usme, tienen un corredor de pobreza sólo interrumpido por Bosque Medina, Chicó Oriental, Rosales, y parte de Chapinero Alto. Mire usted, querido amigo, cuando su taxi lo lleve por la Circunvalar, hacia arriba, entre la Javeriana y el Politécnico. Eso es el Pardo Rubio, un barrio de invasión legalizado y bien grande, estrato 2, trepado en el cerro del Cable.

Por supuesto, también está el temor a lo desconocido, a kilómetros de cuadras iguales donde "puede salir un atracador en cada esquina", con direcciones como calle 45G sur con carrera 73N (Olarte). Es claro que hay pedazos atemorizantes, y que muchísimas partes del sur de verdad son peligrosas. Pero por qué lo son?

Muchas veces, el atracador ataca al asustado. Piensa, y con razón, que si alguien está paralizado del susto, es porque tiene algo de valor. Y por eso ataca. Pero no sucede sólo en el sur (o el centro, ya que estamos) aunque la probabilidad es más alta. Ya había dicho lo de la 127, entre la 9a y Unicentro; por muy Country Club que haya al lado, es cosa sabida que ese es un foco de robos impresionante. Una amiga le teme muchísimo a la calle 81 entre carreras 15 y 19, por su alumbrado deficiente y que es una calle peatonal arborizada. Es decir, para asustarse lo único que uno necesita es tener motivos, y así como la gente le teme a las ratas, a hablar en público o a las arañas, le podrá temer a una calle si no le gusta.

Tal vez el tema del sur es que, entre el nororiente y el suroriente, se encuentra el centro. Ver cómo hay cientos de recicladoras, burdeles y talleres a sólo 3 cuadras del Parque Central Bavaria, o cómo las Torres de Fenicia tienen como vecinos al peligroso barrio Laches, la gente teme cruzar más al sur. Y supone que todo el sur es así, cuando la verdad no lo es.

Y claro, sólo cruza el sur cuando va para Chinauta, Girardot, Anapoima o demás municipios donde uno se calienta. Cómo lo hace? De la misma forma que los yuppies de Manhattan cruzan el Bronx cuando suben a los paradores de esquí alrededor de Lake Placid, o cruzan Queens camino de los Hamptons: con los vidrios cerrados, el aire acondicionado/calefacción prendidos, y escuchando música o La W a todo volumen. Y perpetúan el desconocimiento, que como bien se sabe, redunda en odio.

Así pues, querido amigo que le teme al sur, la mejor receta es que lo cruce. Tome un bus para el Centro Comercial del Tunal (si le teme también a los buses, coja Transmilenio y haga el cambio al alimentador "Tunal" en la estación de la calle 40 sur). Conozca las carnes en la Primero de Mayo con Boyacá, la iglesia del 20 de Julio, toda la gente que está allá, al sur. Y deje de mirarlos con desprecio.

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