miércoles, 10 de marzo de 2010

El cuentahuesos que llevo adentro

(iba a escribir un post sobre las elecciones, pero tocó hacer este primero)

Amigo twittero. No se tome en serio la mayoría de mis tweets. Muchas veces me da por hacer chistes malos, malísimos, terribles, perversos... y mis chistes. Hoy me dio por eso, con el siguiente comentario.

El nombre de la boletería para los que van a ver a Metallica en la Virgilo Barco, debería ser Run to the Hills #cuentahuesos


Por supuesto, yo sé que Run to the Hills es una canción emblemática de Iron Maiden. También sé que no hay boletería para la Virgilio Barco, y que de hecho, allá no se ve nada del concierto. Bueno, de pronto la pólvora. E incluso, también sé que toca Metallica esta noche, por si alguno cree que estoy confundido de banda.

Así pues, amigo que cayó a caerme, me explico. El chiste es, precisamente, el concepto de la boletería en la Virgilio Barco, tan ilógico que usa una canción de Iron Maiden para nombrar la "tribuna". En un sentido más amplio, implica la ignorancia de muchísimos metaleros que van allá a cantar Enter Sandman, The Unforgiven, tal vez Whisky in the Jar, pero les ponen Whiplash y creen que cambiaron de banda.

Aprovecho este espacio, para explicar tres hashtags que me han preguntado varias personas qué carajo quieren decir.

  • #cuentahuesos Como su nombre lo indica, está derivado del cuentahuesos de La Luciérnaga y Sábados Felices, interpretado por Alerta. Y su objetivo es exactamente el mismo. Hacer chistes malos respecto a comentarios de la vida real, usualmente referidos al absurdo.
  • #muchogalarcio Manuel Galarcio, famoso defensor de varios equipos (famoso porque le pasó por encima a alguien en su camioneta en el 2006, cuando jugaba en el Cartagena), era conocido porque sus cierres eran supremamente criminales. Así mismo, cuando un comentario mío me parece supremamente duro, cortante y puede parecer criminal, lo uso como "mucho Galarcio", es decir, mucho guache o mucho chambón.
  • (?) La DRAE define este interrogante entre paréntesis como una muestra de duda, no exenta de ironía. La notación del ajedrez lo utiliza para denotar una jugada mala. Yo corroboro con este signo un comentario mayormente sarcástico.
Este es el manual. Gracias por su colaboración.

jueves, 4 de marzo de 2010

Tanta maravilla nunca es cierta

A mí me podrán vender todo tipo de ideas, si me saben convencer de ellas. Pero nunca creo en alguien que se presenta como ultraliberal en Internet. Nunca lo he hecho, y nunca lo haré. Llámenlo tara, retrogradez, lo que sea: el caso es, no creo en las viejas lanzadas en línea.

Yo confieso que hubo un tiempo en el que caí en ese tipo de situaciones. Pero por supuesto, hay excusas: yo era un púber de 15 años, descubriendo la red en los escasos cafés Internet de Duitama. En esos remotos tiempos, me la pasaba mucho en Latinchat, que estaba de moda en esos días. Y como casi todos los que tenemos entre 20 y 30 años hoy y teníamos algún tipo de acceso e interés por Internet, intenté levantar por Latinchat. Infructuosamente, como es apenas obvio para un culicagado sin computador propio y sin conexión a Internet, ni siquiera de la de tarjeta.

Eran tiempos viejos, de Windows Live Messenger sin avatar y que se llamaba MSN, en los que los blogs eran leídos por una comunidad de geeks y no fuente de noticias para periódicos establecidos (vean cómo ha cambiado lasillavacia.com la política nacional), en la que la banda ancha era cualquier cosa por encima de 56 kbps, y en la que los negocios en Internet sonaban al estallido de la burbuja puntocom. En esos tiempos, en los que los más de mis lectores, estoy seguro, llegaron a la red, se podía hacer mucho en línea.

Como dije antes, en esos tiempos intenté levantar. Y había mucha "pelada lanzada" en esos salones morados de Latinchat, que hoy hacen parte del baúl de los recuerdos, como Hotmail para mí. Logré sacar el mésinger de ella, y cuadrar una salida con ella, que tenía 17 años. Me había mandado una foto donde salía bastante bien. Y yo iba con expectativas bastante altas, no lo niego.

Pues bien, la pelada efectivamente era ella. Pero como persona era inaguantable. Una jartera: hueca, medio boba, supremamente gasolinera. Y por sobre todas las cosas, calentahuevos a morir. Luego de varias cervezas (no pregunten cómo hice para meterme, como menor de edad, y con otra menor de edad, a un chuzo en la 51), intenté con el paso de sacar rumbeo, lo que fue una pifia completa. Luego le comenté lo mismo a otro conocido, que también salió con ella... y la misma joda. La pelada no se quería dejar rumbear, cuando en las conversaciones de MSN, había relatado sus fantasías sexuales de pe a pa.

Dos años después, la situación había mejorado. Ya no era asiduo de los chats de Latinchat, pero en uno de los sitios donde me la pasaba, sucedió exactamente lo mismo. Y con exactamente el mismo resultado. Yo caí dos veces, a la tercera ya no.

Por qué digo esto? Siento repentinamente que vuelve a pasar lo mismo en estos días, esta vez en Twitter. Hay una camada de twitteras que se las dan de muy liberadas, ponen tweets bastante reveladores respecto a sus costumbres sexuales, y dicen que no toman el sexo con morbo sino como algo natural. Puede que sea en serio, pero yo me mantengo en mi postura, probada por cientos de ejemplos, no sólo míos sino de amigos y conocidos, con decenas de mujeres de ese estilo, en varios años y en múltiples sitios, desde Latinchat hasta Linkedin.

He de decir que mis últimas dos relaciones sentimentales arrancaron parcialmente en línea: en un caso, era la hermana de un gran amigo 2.0, a la que empecé a ayudar con sus tareas del colegio y terminé pidiéndole prestado un televisor mientras mi papá compraba el de la casa; en el otro, apareció una visitante nueva en un sitio del que era asiduo, me dio por enseñarle la dinámica de este sitio, y para un encuentro de visitantes, nos conocimos de frente y tuvimos una relación de cuatro meses. Es decir, no me opongo a que se puedan obtener relaciones de frente.

Pero sí me parece que tanta maravilla cuando uno se encuentra con una mujer como las que relaté arriba, no es cierta. Por qué lo hacen? Muy seguramente es el afán de figurar: como la tara dice que Internet está repleto de gordos geeks, desesperados por sexo, una de las formas más fáciles de atraer la atención es esa, posar como una vieja liberada y atractiva, que en la vida real debe tener relaciones estables de mil años con el novio. O necesitan urgentemente sentir que tienen hombres interesados en ellas, normalmente luego de una decepción amorosa. Lo que mucha gente en Internet hace, obnubilada por conocer las fantasías sexuales de alguien que, a muchos pings de distancia, mira condescendiente a todos los pendejos que cayeron. Qué tipos tan estúpidos, debe pensar...

Soy alguien muy desconfiado, el mundo me hizo así. Si algún día me llega a suceder eso, lo más seguro es que yo mismo impida esos sucesos, retirándome por un mecanismo de supervivencia particular, en el que me alejo de ofertas que se ven maravillosas, y suelen ser fraudes. Así como con DMG, de estos tipos de mujeres me alejo, casi siempre inconscientemente. A pesar de que a veces en mis sueños, como casi todos los hombres, tenga la ilusión de resultar en un encuentro sexual desenfrenado con alguna de ellas, veo a esta clase de mujeres como eso, una ilusión creada y transmitida por alguien con la idea de hacer, en la vida 2.0, lo que no puede en la vida 1.0.

martes, 2 de marzo de 2010

El colapso de los buseteros

Segundo día del paro de transportadores, y mañana ya es el tercero. Bogotá no ha colapsado porque nosotros somos muchos berracos, estamos acostumbrados a irnos el uno espichado contra el otro en un Transmilenio (a lo que no estamos acostumbrados es a esperar nuestro turno de espichada), a que los taxistas nos tumben, a que el gobierno no aparezca sino a prometer paños de agua tibia, y a que dentro de todo bogotano hay un animal de la selva.

Porque eso es lo que ha regido en la Bogotá del paro. El espíritu darwiniano de supervivencia, específicamente de la supervivencia laboral: como si fuéramos arena, nos vamos en volquetas. Nos apeñuscamos en furgones. Nos aventamos al carro de un desconocido, que tiene un letrero pintado en cartulina con el aviso "Calle 53 GALERIAS". Todo porque nos toca mantener el puesto, y evitar que engrosemos la lista de desempleados y rebuscadores que, hoy, andan con su carro consiguiendo puestos, llevando gente entre Santa Isabel y el centro.

Pero todo por qué? Porque a unos buseteros se les olvidó el rebusque. Tienen la gallina de los huevos de oro encima: unos $6000 millones estima El Tiempo que maneja el sistema de buses públicos, si se le puede llamar sistema. Esta guerra del centavo está controlada en un 80% por empresas del calibre de la Sidauto (que también está metida en Transmilenio con los alimentadores de varios portales), Santa Lucía, Expreso Bogotano, Republicana, y varias cooperativas con nombres jocosos como Coceves, Promotora Universo y Ucolbus. Estas son las transportadoras asociadas en Conaltur.

Pero el 20% restante es propiedad de buseteros pequeños. Si se le puede decir pequeño a alguien que saca $115 millones para comprar una buseta de 19 pasajeros, y otros $40 millones para pagar el cupo, mínimo. Esta gente se queja de que con el SITP le van a quitar sus ingresos, y "sólo" van a ganarse 1.4 millones de pesos mensuales en la renta mínima para una buseta, en la que deben $5 y $6 millones mensuales. Y por supuesto, que se perderá el control que cada bus, un universo en sí mismo, tiene sobre sus ingresos, al supeditarlo a un sistema que estará en un 99.95% controlado por Transmilenio.

El paro de los buseteros, para mí, lo que determina es el colapso de este gremio poderoso. Otrora, cada aumento de la gasolina o el diesel era "celebrado" por los transportadores a punta de tachuelas. Hoy, con TM a bordo, todavía muchos colombianos podemos ir a nuestros destinos. Hace tiempos, cuando decían paro de taxis, era paro de taxis, no como el "paro" de hoy, en el que rodaba la mitad de la flota amarilla de Bogotá. Y el alcalde, dando una muestra de firmeza que no me esperaba, se rehúsa a negociar con los transportadores para evitar que lo mangoneen, tal como han mangoneado a infinidad de alcaldías desde los tiempos en que Fernando Mazuera cambió los tranvías por trolleys y buses.

El proceso del SITP tiene menos reversa que el fin de la presidencia de Uribe. Los buseteros deberían adaptarse a este sistema nuevo. Por qué? Porque simplemente van a quedar fuera del negocio. Tuvieron 50 años de monopolio, y 10 años de competencia desigual con Transmilenio. Y a pesar de motivos de peso contra TM (tarifas, rutas limitadas, enredos con los alimentadores, la troncal con base de mermelada de la Autop. Norte, las obras de la 26), los buses no han hecho casi nada para mejorar. Y los buseteros pequeños, nada.

Están en la Séptima los famosos buses azules de la Sidauto, con modelos Volvo de alimentador de TM. Cada que me subo en uno de esos buses, o en los amarillos del Sistema Express, me digo que si el transporte público bogotano fuera así, la mayoría de las quejas sobre los buses serían obviadas. Pero cuando los buses y busetas son cacharros con modelo 1970, o cuando se ponen a coger a piedra a los que no apoyan el paro (lunes, Santa Lucía), a TM (lunes, Bosa) y a los tombos (martes, Suba Gaitana); cuando las sillas están diseñadas para niños de 12 años porque nadie más cabe bien; en ese momento uno se pregunta qué carajos piden los transportadores.

La situación es insostenible, pero acá los buseteros tienen todas las de perder. Bogotá no ha colapsado, y si Samuel Moreno Rojas hace las cosas bien por primera vez en dos años largos, el gremio del transporte, que ha subido y tumbado alcaldes, concejales y representantes a la Cámara, tiene las de perder.

Mientras tanto... tome camión hasta su oficina, espíchese en la troncal de TM que le sirve para su oficina, o pague $25000 por una carrera de taxi. Todo para que no pierda su empleo.