viernes, 19 de noviembre de 2010

Premios PTW 2010: El arte de ser troll

Siempre me ha llamado la atención la facilidad que mucha gente tiene para criticar. Porque criticar es algo difícil, por lo menos para mí. Tiendo a ver, en general, las cosas buenas que tienen las cosas, por malas que sean. Intento ser mesurado en mis opiniones y no dejarme llevar, y las críticas intento hacerlas en tono constructivo, que no destructivo y arrasador con todo y con todos. Tal vez eso es algo que tenga que aprender en los próximos dos meses, cuando por fin pueda leer en calma las obras de Lucas Caballero Calderón "Klim", y pueda ver cómo este maestro de la pluma y el fino humor cachaco, inspirador de algunas de las mejores caricaturas de Héctor Osuna, y de quien Daniel Samper Ospina (una de las pocas cosas a las que todavía no le puedo ver algo positivo) dice que es su maestro, era capaz de aplastar a un crítico con dos frases certeras, penetrantes, agudas y, sobre todo, cómicas.

Porque es una verdadera pelea criticar con habilidad. Y no puedo decantarme a hacer lo que hacen muchos "trolls" y pelafustanes de media petaca, en pleno timeline, cuya (des) gracia es salir insultando con las primeras tres sandeces que se les ocurran. Podría hacer como mi adlátere, el lechón Link, de responder sus ataques de forma tan rebuscada y compleja que no sepan hacerlo, pero prefiero hacerlo a MI estilo, con la llamada "diplomacia machecoriana", arte que aprendí en la caja del Bestiario2 (un saludo para ellos, gracias por leerme y gracias por preocuparse de mis problemas sicológicos, Ajax) y que consiste en atacar de frente y de costado, con términos cortos, certeros, agudos y penetrantes. Por ejemplo:

El FPC es un torneo emocionante. Y las películas de Stallone son emocionantes. Pero malísimos ambos.

Contundente. Me permite redondear en 15 palabras mis opiniones sobre el FPC: es un torneo emocionante, sí, con un final explosivo, como una película de Stallone, pero que no sirve para desarrollar nada más que  pánico a la humanidad. Y también tiene algunos ribetes sutiles: es el relleno de los domingos por la tarde, le gusta incomprensiblemente a cantidad de personas (más que nada, porque lo meten hasta por los oídos en RCN), fue de lo mejor del mundo en los 80, pero se quedó ahí...

Toda esta reflexión anterior sobre críticas y trolleadas se da sobre otra nueva iniciativa, como la que ayer comenté de los premios TWT 2010, y que de hecho está derivada indirectamente de la anterior: los Premios PTW 2010 (de ahora en adelante, PP). El PTW traduce "Peor de TWitter", lo que explica directamente la idea del concurso: sacar a los peores twitteros y las peores cosas de Twitter hoy día. O séase, la oportunidad para que un colectivo tan disímil entre sus similitudes, una turba iracunda sin líderes reales, pueda expresar una de las cosas que más fácilmente los identifica: el odio.

La mentalidad de turba de Twitter es apropiada para que los odios de uno se masifiquen. Sea porque uno encuentra que mucha gente odia lo que uno, sea porque uno se hace odiar (la señora de los ensayos, docente de la Central que, según cierta amiga que estudió en la Central, es medio loca pero no es más, es experta en eso), pero es seguro que alguien podrá asimilar sus impresiones negativas sobre algún evento o suceso. Es parte de la postura de la red social, así que nosotros podemos pensar que esto es algo previsible, incluso deseable, aunque no lo sea.

Ciertamente, en Twitter hay espacio para todo. Así como hay quien aplaude a la señora de los ensayos, así como hay quien cree que es graciosísimo decir "marica petarda", y así como hay quien cree que es la mata de la ofensa decirle a un gordo barbado de 22, que vive fuera de su casa desde los 16 "gordo barbado de 40 que vive con su mamá", pues también hay quien cree que su objetivo en la vida es hacerse el irreverente y ofensivo porque "ay, no, es que esta gente del tal Twitter es una jartera, todos niños pupis y relamiditos, no señor, acá toca es dárselas de irreverente". Y se ponen a ofender para dárselas de tales. Y fracasan rotundamente. Por eso el único dizque troll que está en los PP (y no en la categoría de peor troll) es @nikoarrieta, y más que nada, por incoherente: no se puede pretender dárselas de ofensivo y de ir contra la corriente, si a los 10 tweets pide que por favor voten por él en un concurso de MTV. Niña, mal.

Para poder joder a la gente, creo que es más importante conocerla. Muchos de los que ponen "lo peor de Twitter" en los PP lo hacen porque simplemente no conocen a la gente, y actúan por resentimiento. Es más fácil atacar al que está arriba, y eso en este país parece ser una forma de elevarse: Twitter sigue siendo una comunidad de colombianos, y como tal, está inmersa en las dinámicas del país. El hecho que haya nominaciones dobles en los PP y en los Premios TWT (@adrianitaca, por ejemplo), es diciente.

Ya por último, considero un éxito que no haya sido nominado ni en los PP ni en los TWT. El motivo es simple: por muy Jaider Villa que suene, yo no fui a Twitter a hacerme famoso. Si tengo 975 followers, es porque a la gente le interesa en algo lo que yo digo, lo que yo hago. Mis esfuerzos por salir de la olla, y alguno que otro comentario que, como dije antes, tiene la intención de ser corto, certero, agudo y penetrante. Dejaré la gracia para cuando lea a Klim.

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