jueves, 18 de noviembre de 2010

Premios TWT 2010: Reinado de Popularidad

(N. del C. de R.: Debido a una serie de razones en la que no tiene nada que ver los posts anteriores, la Presidencia de la Floresta de Varia Estulticia ha sido reemplazada por un Consejo de Redacción. El Consejo de Redacción ha decidido lanzar un rediseño de la Floresta, para volver más atractivo el sitio. Ojalá les guste el British Racing Green.)

Siempre que se realiza alguna elección, de cualquier cosa, en cualquier medio, existe la polémica de los mecanismos hechos para elegir a los candidatos. Que fulano no sirve porque tiene un problema de corrupción, que zutano no se merece la candidatura porque le pega a la esposa, que mengana no debe representar a tal lado porque nunca ha vivido allá, etcétera. Eso es inherente al proceso de clasificación de una elección, para ver quién es la persona más apta para un puesto, cargo o concurso: no hay candidatura en la que queden todos contentos.

Los Premios Twitter Colombia 2010 (de ahora en adelante, PT) son una elección más. En teoría, los centenares de twitteros colombianos vamos a votar por los que nos parece que son los mejores usuarios de la red social, en la cual nos encontramos inmersos. Con el apoyo de Heineken, Nokia y otras empresas, se busca también hacer que los twitteros, una población que está en general en los estratos económicos más altos, y que en general tiene alguna clase de compromiso social, apoye una serie de campañas sociales para el beneficio de la población vulnerable del país. Una perspectiva loable hacer que Twitter sea más que un sitio web para quejarse de Samuel Moreno, decir que hay trancones, cuadrar rumbas y beberecuas, o armar bochinche. Y en todas estas, dárselas de gran celebridad.

Porque, a pesar que digan que no, eso es lo que más se ve en la enorme batea de masa amorfa, aunque todavía con ciertas similitudes sociales, que se ha vuelto Twitter. Un mundo en el que uno puede conseguir un reconocimiento relativo de un momento a otro, donde el pensamiento de turba (usualmente iracunda) es dominante, y donde los que tienen un número de followers elevado se sienten con la capacidad de poder moldear la opinión de su público, es un caldo de cultivo perfecto para las ansias de fama de muchas de estas personas. Y para legitimar esto, nada mejor que una ceremonia con alfombra roja, transmisión a todo el mundo por la vía del Internet, y votaciones directas y en bulto, donde supuestamente se premie a los mejores twitteros, pero en donde realmente se premia a los más populares.

Porque esa es la verdad: el esquema está diseñado para premiar a los más populares. Se supone que los PT son para los mejores usuarios, pero para escogerlos, el método es ver quién saca más votos. Y por simple lógica numérica, un Daniel Coronell, Vladdo, o Ramoncito, capaces de reunir 30000 seguidores, y con un reconocimiento popular, tienen gran posibilidad de ser nominados por la masa ignara que no conoce de Twitter más allá de lo que dicen en Caracol, El Espectador y Semana. En menor medida, un usuario con 4000 seguidores va a tener más opción de conseguir los votos que un usuario con 500, así el de 4000 sea un completo tarambana y el de 500 tenga la filosofía magistral que lo hace heredero de Kant, Aristóteles y García Márquez.

Así mismo, resulta evidente la gana de figurar de demasiada gente. La abundancia de categorías (21), algunas de las cuales seguramente serán perdidas (como la de mejor celebridad: a las "estrellas" de la "farándula" colombiana no les importa Twitter, así de sencillo), hacen pensar que la intención es premiar a la gente para que más se comprometa ahí. Y los nominados están ya, desde el lunes que se lanzaron las categorías, mendigando votos para conseguir el apoyo de la masa. Algunos, para compensar la falta de seguidores de la que hablé arriba; otros, para potenciarla.

Pero bueno, eso no es culpa de los premios, ni mucho menos de los organizadores, gente a la que estimo a pesar de tener algunas diferencias con ellos. Es parte de, como decía, la dificultad de poder trazar un mecanismo de selección adecuado. Que beneficia a los tradicionales, lo hace, pero es lo mejor que hay, y la emocracia (es decir, la lloradera por las elecciones, sus candidatos, sus mecanismos y demás situaciones relacionadas con esto) es algo que, a pesar de suceder con mucha frecuencia en Twitter, yo no comulgo con eso. En ese sentido, mi postura es el importaculismo.

Los PT no son el primer intento de categorizar a alguien como "mejor" twittero. Tampoco son la primera vez en las que las ganas de creerse populares terminan formando parte de los proyectos de la comunidad. Mientras escribo estas líneas, se lanza un evento de twitteros de Bogotá que, palabras más o menos, intenta tomar la idea de las reuniones twitteras anteriores, pero metiéndole a la nación, cobrando cover y, en fin, haciéndolo aparentar como una fiesta de lo más jai. Viendo así el asunto, los PT son una cosa loable. Aún así, hay críticas que hacerle a estos premios, y no hacerlas resulta

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