jueves, 18 de enero de 2024

La pelea se da peleando

a little man with a pen fighting against a massive robot

 La industria de los medios de comunicación en todo el mundo es cada vez peor: consolidación de grandes grupos solo interesados en las cifras trimestrales, reducción de espacios para voces disonantes, compresión a las voces independientes, y sobre todo, la dilución de la palabra escrita. No es sino ver el sitio web de un periódico como El Tiempo para ver cómo ha caído eso. Mientras escribo este divertimento me encuentro conque las notas principales están cerradas a través de un paywall, lo que quedan son listículos y hay mucho video.

Aún cuando El Tiempo cerró hace más de cinco años su canal de noticias.

Y así funciona en todo lado. Las alternativas que han surgido han sido, básicamente, tratar de llevar al periodista al rol del influenciador. Sea un Juan Diego Alvira con su programa en Canal 1 o un Aldemar Moreno que renunció a Forbes para hablar de finanzas personales en YouTube, la cosa es difícil. Más cuando uno tiene en cuenta que estas alternativas no son financieramente rentables: Alvira recibe una fortuna porque el suyo es de los poquísimos programas que Canal 1 tiene para superar el 1% de rating. Aldemar, Sol Suárez y otros periodistas que se han lanzado a esto combinan sus productos con campañas de entrenamiento de vocería y consultoría. A los medios regionales no les queda más remedio que pasar el talonario y pedir pauta.

¿Y si uno no dependiera de eso para vivir?

Una de las cosas más maravillosas del Internet de los 2000 era cómo miles de aficionados salían a expresar sus voces en sus pequeños recintos sobre X, Y o Z temas armando comunidades que aún hoy flotan por ahí. La mayoría, como esta, casi abandonadas. Pero no. Es hora de llevar la pelea a un nuevo sitio.

Porque la pelea se la va a llevar la IA. Medios como Pulzo e Infobae ya han adelantado experimentos con inteligencias artificiales para automatizar la generación de ciertos contenidos. El desarrollo de los modelos de lenguaje como ChatGPT, Google Bard o Bing Chat amenaza con convertir estos experimentos en nuevas olas de consolidación, expulsión de personas de los medios y peores contenidos para todos.

Este espacio no es noticioso, porque mi ocupación diurna me lo impide. Más bien es un breve espacio de opiniones aperiódicas. Pero hay que darle periodicidad a esas opiniones para tratar de pelear contra corriente con estas tendencias. No es la primera vez que pasa, y el hecho que se haga de una manera escrita es una respuesta a la idea de hacerlo a través de reels de Instagram o videos de YouTube.

Si el futuro es una pelea del hombre pequeño contra la corporación, ya sé de qué lado voy a estar: del que me permita ser independiente y dar la pelea.

Así me toque apalancarme por ahora con una cuenta de Google.

Y la imagen que ilustra sea encontrada con la primera IA gratuita que me encontré.

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