martes, 11 de octubre de 2011

Bogotá rodando en un IndyCar

Ayer publiqué un post sobre el patrocinio a Sebastián Saavedra. Angélica Lozano, vía Twitter, me respondió el post. De forma muy educada, me remite al convenio firmado por varias entidades dependientes de la Alcaldía Mayor, que pudo obtener vía derecho de petición, el cual se presenta aquí. La versión "original" de dicho contrato puede conseguirse en este enlace de Contratación Bogotá, con el número de contrato 2216100-077-2011. (Una acotación antes de continuar: debería haber una simplificación de ese mecanismo, el cual resulta muy enredado para usar si uno no tiene el dato del número de contrato).

Dicho contrato tiene una duración de 9 meses, realizado por 13 de las 17 carreras de la IndyCar Series (las 13 primeras). Y un valor efectivo de $1270 millones girados por la Alcaldía, los cuales desglosan los aportes de las entidades distritales de esta forma, según la cual, entre paréntesis se resume la justificación dada en los considerandos del contrato:

- Secretaría General (Dirección Distrital de Relaciones Internacionales): $100 millones
- Secretaría de Movilidad (Plan de promoción contra la accidentalidad vial): $500 millones
- Secretaría de Hábitat (Promoción y gestión de proyectos de renovación urbana): $200 millones
- Secretaría de Educación (Impulso y formación de estrategias para el desarrollo y formación de la niñez y juventud): $100 millones.
- Instituto Distrital de Recreación y Deporte (Promoción de recreación, deporte, uso de parques y del tiempo libre): $150 millones
- Acueducto de Bogotá (Divulgación y promoción de su imagen): $200 millones
- Corporación para el Desarrollo y la Identidad Bogotá Región Dinámica (parte de la estrategia comercial del Distrito, quienes desarrollan los planes de la marca publicitaria Bogo+á): $20 millones

Total: $1270 millones.

Los presupuestos de las entidades públicas tienen fondos destinados para la promoción de su labor. Por ejemplo, la Secretaría de Movilidad los destina para sus campañas para reducir la accidentalidad, avisar que hay obras en algún lado, o imprimir centenares de miles de folletos para anunciar los nuevos planes del Metro. Y es algo que está en el Presupuesto: el proyecto de presupuesto para el 2011 de la Secretaría de Movilidad (disponible aquí) presenta un valor proyectado de $12'224 millones para promoción de sus planes contra la accidentalidad, labor en la cual están inmersos los $500 millones que Movilidad le dio a Saavedra. En el presupuesto presentado por el IDRD a junio de 2011, aparecen como ejecutados $14'149 millones de los $37'990 millones para promoción y fomento al deporte aprobados por la alcaldía para el año en curso, de donde salen los $150 millones del IDRD para Saavedra. Cuentas similares se encuentran en el resto de entidades que realizaron la contratación.

¿Hay muestras que sí se utilizaron? Las hay. Y no solamente las fotos del auto de Saavedra corriendo con la marca de Bogotá en el pontón, como en Indianapolis, Sonoma o Long Beach. También hubo varios videos de Saavedra haciendo esa misma campaña de promoción a los parques del Distrito, de la misma forma que la gente de la Selección Sub20 los realiza y salen en Caracol. O de directa promoción a Bogotá. O, por supuesto, algo con Movilidad: como este video publicitario de la Secretaría. Y también presentaciones en supermercados de Bogotá, con ese mismo objetivo, como la foto a continuación:


La imagen anterior fue tomada en el Home Center de la 170 en el mes de abril. Nótese que la camiseta de Saavedra tiene los logos de Movilidad y el Acueducto, y la marca Bogotá como patrocinadores. No es, como lo dijo un comentarista de este sitio, "quitarle 1200 millones y dárselos enteros a una persona".


Insisto: la cifra es bastante alta para el medio, pero a nivel internacional, no. Considerando que, por ejemplo, la FOX cobra US$3 millones por 30 segundos de un anuncio en el Supertazón, US$700k por tener rodando el nombre de la ciudad, con exposición en las cadenas estadounidenses ABC, ESPN, Versus o Speed Channel (sólo en el tema televisivo y en Estados Unidos) no parece tanto, considerando que la IndyCar consigue audiencias de unos 60 millones de personas en el mundo.

Y no son US$700 mil que se le hayan quitado a parques, educación y salud: como se vio previamente, es dinero que ya estaba destinado para promoción, y que se hubiera ido en, por ejemplo, las vallas de los Encuentros Boyacenses en la Plaza de los Artesanos, de Hip Hop al Parque, o de la Media Maratón. En donde hubieran tenido un impacto local, pero como se ve, el objetivo del contrato era posicionar la marca Bogo+á en el mundo, con eventos de gran calado como el Mundial Sub20 o... la IndyCar Series.

Para remata, no estoy totalmente de acuerdo conque la Secretaría de Educación haya dado su dinero para realizar esta clase de campañas. Ignoro si Sebastián salió a los colegios y escuelas del Distrito a hablar del tema educativo, caso en el cual es probable que el tema promoción haya sido cumplido. Supongo que así sucedió. Pero en síntesis, el contrato estuvo bien hecho, hubo ejecución efectiva en el mundo, y la ciudad tuvo la exposición que quería y requería.

Si funcionó.... eso ya es cosa de un estudio sobre la efectividad de la publicidad.

lunes, 10 de octubre de 2011

Desmontando los misterios del patrocino Saavedra

Angélica Lozano, candidata al Concejo Distrital por Progresistas, está haciendo campaña, como casi todo el mundo, hablando de la corrupción de la Alcaldía Mayor en cabeza de Samuel Moreno. Lozano, como alcaldesa de Chapinero, se lanzó al reconocimiento y a la opinión pública como líder del movimiento "La Séptima se Respeta", que se opuso a la construcción del Transmilenio por la 7a como lo planteó la alcaldía Moreno.

El deporte de buscar ejemplos de la corrupción de la alcaldía Moreno está bastante extendido en la campaña política de Bogotá. La ciudad está en mal estado financiero, la contratación en vías de la ciudad fue un desastre, y la mayor parte de la opinión pública opina que las cosas van muy mal. Es cierto y es estúpido negarlo. Las muestras están afuera. Pero la pelea ha llegado hasta puntos tan disímiles y tan lejanos como la asignación de rutas de buses, la dotación de los supercolegios (construidos por Garzón) y el patrocinio a Sebastián Saavedra. Acá vuelve a entrar Angélica Lozano, y que hable ella:




$1270 millones, una cifra escandalosa, sí. Pero que en el mercado internacional es una miseria: US$700 mil para marzo de 2011, que es cuando yo estimo que se firmó el contrato (considerando que Conquest anunció a Saavedra el 14 de marzo). Para explicar este paso, me veo en la necesidad de explicar una tradición del automovilismo mundial: el pay driver o "silla comprada".

Los pilotos que no tienen un talento abrumador para ser llamados a un equipo grande, tienen una forma de mantener su carrera y evitar que se detengan: llevar patrocinio a equipos menores, "comprando" así su asiento en una categoría, y "entrenar" en estos equipos menores para que puedan subir su nivel y tomar experiencia. Pilotos como Michael Schumacher (Mercedes Benz pagó US$150000 para que debutara con Jordan en Spa 1991), Fernando Alonso (que llegó con el soporte de Renault a correr en Minardi en el 2001) y Sebastian Vettel (al que Red Bull le pagó el debut en un Sauber, en Estados Unidos 2006) fueron pilotos que llegaron a ese debut por cuestiones monetarias. Ejemplos de sillas compradas son abrumadores.

¿Saavedra compró su silla? Sí: Conquest Racing no es un equipo con muchos recursos, y el hecho que Bogotá tenga la publicidad titular (el auto 34 es oficialmente el Bogotá - Conquest Dallara) sirve para demostrar que Conquest no lo apoyaba únicamente por sus capacidades. ¿Es eso malo? Pues, evidentemente el tema del despilfarro de dinero es una cosa criticable, pero la plata de Saavedra es parte de un patrocinio deportivo. Y como tal, para aquellas personas que no gustan del deporte motor, puede ser considerado como un despilfarro de dinero. No es más que comparar con los 800 millones que el Distrito le da cada año a Millonarios, Equidad y Santa Fe, vía Lotería de Bogotá y ETB.

Ahora, desmóntense las cifras del mencionado patrocinio. $1270 millones, como se dijo, son unos US$700 mil. Una cifra menos escandalosa, ya ven. Además, la forma en que la candidata reparte la plata se presta para malos entendidos. No se entiende, por ejemplo, qué hace metida la Secretaría de Hábitat en ese negocio. Sí se entiende, en cambio, que Movilidad gaste $500 millones (que, al contrario de lo que dice la ex-alcaldesa, no es plata para construir vías, porque esa es labor del IDU), ya que sale del dinero que los bogotanos pagan por multas y comparendos. O que el Acueducto (entidad pública pero de recursos propios) y la Secretaría General pongan $100 millones: esos son los fondos de publicidad asignados para su labor, y que pueden ir en un auto en exposición mundial o en el ADN de mañana.

La pelea ilógica es esta: ¿por qué la candidata Lozano pelea por la plata que gira el IDRD? ¿Que luego la misión del IDRD no es, precisamente, fomentar el deporte en el Distrito? Si a eso vamos, ¿cómo es posible que la organización de los Rentería haya recibido $100 millones y el arreglo gratis del estadio de béisbol del Salitre para que 2000 gatos fueran a ver un campeonato de béisbol que se canceló por el invierno? La plata de Saavedra hace parte de la función del IDRD de apoyo al deportista bogotano, y como tal, esa misión implica una enorme cantidad de recursos, no sólo como patrocinio, sino, en el caso de las ligas, en compra y mantenimiento de equipos especializados, contratación de técnicos y demás. Los $100 millones del IDRD suenan a mucha plata, pero es probable que sea lo mismo que reciba una liga pequeña, como la de esgrima o judo. Y evidentemente, con $100 millones ninguna ciudad construye un parque.

Una reflexión menos política y más mediática, antes de terminar. La candidata habla del "despilfarro" de plata de la ciudad patrocinando a Saavedra, y mostrando el accidente que Sebastián tuvo en Milwaukee para dar a indicar que la plata se fue contra el muro. Eso es algo, cuando menos, desorientador, porque la plata de las reparaciones al Dallara - Honda no la paga el distrito: la paga Conquest Racing. Y tampoco indica que Saavedra esté haciendo las cosas mal: para tal, podría mostrarse la carrera de él en Saint Pete, Sonoma o Baltimore. Para dar una denuncia no tiene que crear cosas fuera de la realidad, porque así como lo hace de candidata lo puede hacer de concejal, si queda elegida.

El análisis final mío. Como se ve, la situación de Saavedra no es para nada atípica, en el aspecto del automovilismo mundial. Y si bien $1270 millones suena a demasiada plata, es algo así como una diezmilésima parte del presupuesto de la ciudad de Bogotá, $16.8 billones. Y es más, estoy seguro que la candidata Lozano no sabía de ese tema hasta que alguien vio a Saavedra correr con los colores de Bogotá en Saint Pete. Así pues, candidata, en esos temas es conveniente informarse, y no sacar conclusiones mal sugeridas y basadas en situaciones coyunturales... y a la carrera.