domingo, 3 de abril de 2011

Activismo conceptual

Mañana, 4 de abril, mucha gente saldrá a las calles de las ciudades colombianas con una manga del pantalón remangada. El motivo, a pesar del clima lluvioso, no es proteger las botas de los pantalones. Tampoco es mostrar sus medias, o falta de ellas. Y mucho menos, se trata de alguna campaña publicitaria, aunque se parece en algo. La campaña es de tipo social e impulsada desde las redes sociales: la idea es remangarse la bota del pantalón para sensibilizarse sobre las víctimas de minas antipersona y mostrar rechazo a su uso por parte de los actores del conflicto. El drama de las minas antipersona se muestra muchísimo mejor de lo que soy capaz en la película "Los Colores de la Montaña", que recomiendo.

Ahora, qué tan útil es? Poco. Ese es un apoyo netamente conceptual.

Por qué netamente conceptual? Simplemente porque ese apoyo está presente. No creo que haya alguien que no sepa la dureza de las muertes, lesiones y mutilaciones que generan las minas antipersona. Así mismo, creo que son pocos los que no rechazan su uso, aunque no tengan que gritarlo. O demostrarlo fehacientemente. Ahora toca demostrarlo fehacientemente, porque si no, uno es un insensible. Mañana no me voy a remangar el pantalón, y ya preveo a la gente armando escándalo que por qué usted es así, qué le pasa, es que no entiende.

Pues sí: sí entiendo. Y porque entiendo, no lo voy a hacer. No voy a remangarme el pantalón, porque sé que este es el segundo país con más víctimas de minas antipersona, sólo superado por Afganistán. No lo voy a hacer, porque sé que más de 30000 personas han sufrido estos impactos en esta década. Y no lo voy a hacer, porque sé que coger mi pantalón y levantarle la bota para mostrar una media no va a ayudar a nadie en ese sentido. Es como la famosa campaña del año pasado de cambiar nuestras fotos de perfil en Facebook por caricaturas, dizque en contra de la pedofilia. Y lo peor: la gente lo cree.

Las campañas útiles exigen un esfuerzo real. Salir a la calle y protestar, por ejemplo. Donar algún objeto que ya no queremos, para que en vez de estar guardando moho, sirva para otro. Esa sería una ayuda útil. Váyase de voluntario a una ONG, eso sí que sería mucho más útil. Todas esas cosas realmente modifican algo la condición de los damnificados por esta y por otras catástrofes. Pero remangarse el pantalón... como que para lo único útil es para que la pierna coja algo de color, ahora para Semana Santa. De resto... mmm... como jodido.

Por eso es el apoyo conceptual: se queda uno en el concepto del apoyo, en "ayudar de forma abstracta" a estos damnificados, y se lavan las manos a la hora de pasar a lo concreto. La intención no es suficiente: bien dice el dicho "el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones". De nada sirve que nos mostremos indignados, si lo hacemos para quedar de muy conscientes y desentendernos del tema en búsqueda de la próxima campaña para lavar nuestra conciencia. Hace 15 días, era "La Hora del Planeta", en la que al menos hubo algún cambio medible en la disminución de consumo de energía eléctrica.

Esta vez estamos enconchados con algo que no puede quedarse en ese activismo conceptual, y en creernos superiores por apoyar esas campañas. Ciertamente podemos lograr algo más. La Ola Verde demostró que el activismo en redes sociales y las demostraciones no sirven de nada si no se ponen firmes en algo tangible (incluso: la Ola Verde todavía tiene en muchas ventanas pósters de "La Vida es Sagrada" y de la campaña Mockus - Fajardo). Así que espero que lo de mañana sirva para replantear esa postura y analizar si somos realmente capaces de conseguir una forma de usar el poder de las redes sociales para algo más que levantar la bota de los pantalones y sentirnos muy comprometidos por eso.

No hay comentarios: