viernes, 18 de marzo de 2011

Buenos días, sus mercedes!

Viernes por la mañana. Me despierto tarde, ya no fui a Comunicación y Lenguaje, y me pongo a leer los medios como todo buen colombiano, y Twitter como todo buen twittero. Y me encuentro con una marejada de "sumercé" en el TL que me hace pensar: hemos ganado los boyacos! Por fin dejamos de lado la influencia paisa en este país que nos dominaba vía Uribe, Gustavo Bolívar y Juan Esteban Aristizábal! Pero no. 

Encontré, en la página de Caracol Radio, la razón real de la sobredosis de "sumercé" en el TL: una decisión de Hernando Lozada, director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi en Tunja, en donde, con espíritu digno de Miguel Antonio Caro, sale prohibiendo el uso de minifaldas, escotes y sumercé por el personal de atención al cliente del IGAC. Las dos primeras prohibiciones, con las que no comulgo, al menos las entiendo: debe ser muy bravo para una de las muchachas de servicio al cliente andar, en el frío de Tunja, con los ventarrones de Tunja, y ahora con las lluvias de Tunja, en minifalda y escotada.

Pero la prohibición de decir "sumercé", que ahora resulta que no es la única - vía @tuiterosboyaca me llega la información que también se lo prohibieron decir a las enfermeras de cierta clínica en Sogamoso -, es un atentado contra la cultura boyacense. Nosotros los boyacos heredamos desde la Colonia esa hermosa virtud (originaria del "vuesa merced" como fórmula de respeto ante los superiores, luego derivada en "su merced" y hoy vamos en sumercé), y que junto a la ruana, la arepa de Ventaquemada, el Puente de la batalla y los cuentachistes campesinos en Sábados Felices, es nuestro emblema para el resto del país.

Decía la mamá de un amigo, nativa de Sogamoso, en frase que me gusta citar "es que los boyacos tenemos el Puente de Boyacá pintado en la frente". Yo creo que no: lo tenemos es en la punta de la lengua, y cuando usted escucha a alguien decir "sumercé", sabe que le responde igual y se entienden perfectamente: su interlocutor también tiene ascendencia boyacense. Los sumercés (plurar del término "sumercé"; para referirse a varias personas, se dice "sus mercedes" como en el título de este post) en otros acentos no cuadran, y además tiene la virtud de ser un intermedio similar al "vos" entre usted, fórmula de respeto, y tú, fórmula de confianza.

El caso es, pareciera que el doctor Lozada quiere que los asesores del IGAC sean excesivamente respetuosos con sus clientes; entonces, no minifaldas y no escotes para no ofender a las señoras (y que no las ofendan los señores, aunque el respeto en ese sentido de los tunjanos es encomiable, y si no, pregúntenle al lechón Link). No "sumercés" para que no se pasen de confiancitas con los clientes. Pero yo no conozco al primer boyacense que se sienta ofendido porque lo traten de su merced. Los pocos que conozco son boyacos por un accidente geográfico, porque toda la vida se han sentido rolos o paisas aunque hayan nacido en Firavitoba, Antioquia.

En fin, que me parece que el doctor Lozada debería untarse más de pueblo en Boyacá, y ver mejor cómo son los usuarios a los que atienden en el Agustín Codazzi. Mientras tanto, yo los saludo a sus mercedes, queridos lectores, y seguiré llevando mi Puente de Boyacá pintado en la frente, o mejor aún, en la punta de la lengua.

1 comentario:

Rafael Bernal Calderón dijo...

Muy bien por la aclaración, soy 100% Boyacence a mucho honor, y defiendo la cultura de nuestro departamento, pero lo único en que no estoy de acuerdo, es utilizar la palabra "BOYACO" la cual me parece discriminatoria.