jueves, 4 de marzo de 2010

Tanta maravilla nunca es cierta

A mí me podrán vender todo tipo de ideas, si me saben convencer de ellas. Pero nunca creo en alguien que se presenta como ultraliberal en Internet. Nunca lo he hecho, y nunca lo haré. Llámenlo tara, retrogradez, lo que sea: el caso es, no creo en las viejas lanzadas en línea.

Yo confieso que hubo un tiempo en el que caí en ese tipo de situaciones. Pero por supuesto, hay excusas: yo era un púber de 15 años, descubriendo la red en los escasos cafés Internet de Duitama. En esos remotos tiempos, me la pasaba mucho en Latinchat, que estaba de moda en esos días. Y como casi todos los que tenemos entre 20 y 30 años hoy y teníamos algún tipo de acceso e interés por Internet, intenté levantar por Latinchat. Infructuosamente, como es apenas obvio para un culicagado sin computador propio y sin conexión a Internet, ni siquiera de la de tarjeta.

Eran tiempos viejos, de Windows Live Messenger sin avatar y que se llamaba MSN, en los que los blogs eran leídos por una comunidad de geeks y no fuente de noticias para periódicos establecidos (vean cómo ha cambiado lasillavacia.com la política nacional), en la que la banda ancha era cualquier cosa por encima de 56 kbps, y en la que los negocios en Internet sonaban al estallido de la burbuja puntocom. En esos tiempos, en los que los más de mis lectores, estoy seguro, llegaron a la red, se podía hacer mucho en línea.

Como dije antes, en esos tiempos intenté levantar. Y había mucha "pelada lanzada" en esos salones morados de Latinchat, que hoy hacen parte del baúl de los recuerdos, como Hotmail para mí. Logré sacar el mésinger de ella, y cuadrar una salida con ella, que tenía 17 años. Me había mandado una foto donde salía bastante bien. Y yo iba con expectativas bastante altas, no lo niego.

Pues bien, la pelada efectivamente era ella. Pero como persona era inaguantable. Una jartera: hueca, medio boba, supremamente gasolinera. Y por sobre todas las cosas, calentahuevos a morir. Luego de varias cervezas (no pregunten cómo hice para meterme, como menor de edad, y con otra menor de edad, a un chuzo en la 51), intenté con el paso de sacar rumbeo, lo que fue una pifia completa. Luego le comenté lo mismo a otro conocido, que también salió con ella... y la misma joda. La pelada no se quería dejar rumbear, cuando en las conversaciones de MSN, había relatado sus fantasías sexuales de pe a pa.

Dos años después, la situación había mejorado. Ya no era asiduo de los chats de Latinchat, pero en uno de los sitios donde me la pasaba, sucedió exactamente lo mismo. Y con exactamente el mismo resultado. Yo caí dos veces, a la tercera ya no.

Por qué digo esto? Siento repentinamente que vuelve a pasar lo mismo en estos días, esta vez en Twitter. Hay una camada de twitteras que se las dan de muy liberadas, ponen tweets bastante reveladores respecto a sus costumbres sexuales, y dicen que no toman el sexo con morbo sino como algo natural. Puede que sea en serio, pero yo me mantengo en mi postura, probada por cientos de ejemplos, no sólo míos sino de amigos y conocidos, con decenas de mujeres de ese estilo, en varios años y en múltiples sitios, desde Latinchat hasta Linkedin.

He de decir que mis últimas dos relaciones sentimentales arrancaron parcialmente en línea: en un caso, era la hermana de un gran amigo 2.0, a la que empecé a ayudar con sus tareas del colegio y terminé pidiéndole prestado un televisor mientras mi papá compraba el de la casa; en el otro, apareció una visitante nueva en un sitio del que era asiduo, me dio por enseñarle la dinámica de este sitio, y para un encuentro de visitantes, nos conocimos de frente y tuvimos una relación de cuatro meses. Es decir, no me opongo a que se puedan obtener relaciones de frente.

Pero sí me parece que tanta maravilla cuando uno se encuentra con una mujer como las que relaté arriba, no es cierta. Por qué lo hacen? Muy seguramente es el afán de figurar: como la tara dice que Internet está repleto de gordos geeks, desesperados por sexo, una de las formas más fáciles de atraer la atención es esa, posar como una vieja liberada y atractiva, que en la vida real debe tener relaciones estables de mil años con el novio. O necesitan urgentemente sentir que tienen hombres interesados en ellas, normalmente luego de una decepción amorosa. Lo que mucha gente en Internet hace, obnubilada por conocer las fantasías sexuales de alguien que, a muchos pings de distancia, mira condescendiente a todos los pendejos que cayeron. Qué tipos tan estúpidos, debe pensar...

Soy alguien muy desconfiado, el mundo me hizo así. Si algún día me llega a suceder eso, lo más seguro es que yo mismo impida esos sucesos, retirándome por un mecanismo de supervivencia particular, en el que me alejo de ofertas que se ven maravillosas, y suelen ser fraudes. Así como con DMG, de estos tipos de mujeres me alejo, casi siempre inconscientemente. A pesar de que a veces en mis sueños, como casi todos los hombres, tenga la ilusión de resultar en un encuentro sexual desenfrenado con alguna de ellas, veo a esta clase de mujeres como eso, una ilusión creada y transmitida por alguien con la idea de hacer, en la vida 2.0, lo que no puede en la vida 1.0.

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