miércoles, 3 de febrero de 2010

Reflexiones en el camino a Chinauta (fragmento del libro)

N. de la P.: este es un aparte de mi libro, que está en proceso de creación. La idea con este aparte es, además de interesar al lector sobre mi obra en creación, y tratar de ganar lectores del blog de @n0ta_mental (?), es pulir un poco el estilo de escritura con la opinión del público. Por favor, estimado lector, no se guarde sus opiniones: por muy malas que sean, comente usted.

La vegetación cambiante, un constante pitido en la parte media del oído y el paulatino incremento de la temperatura son formas en que alguien de tierra fría reconoce su descenso más allá de la cota dos mil. Fabio se sentía sofocado en medio de capas de ropa: debido a que habían salido a las 6 de la mañana de Bogotá, cargaba una gruesa chaqueta de motociclista que comenzaba a estorbarle, ya a las 8, en inmediaciones de Silvania. Así que se desabrochó rápidamente el cinturón para quitarse la chaqueta, mientras Mónica, a su lado, viajaba tranquilamente con su blusa descotada.

En el auto, que descendía desaforadamente entre tractomulas y autobuses, sonaba Blur, mientras Mónica al volante comentaba con Fabio sus impresiones de Camden Park, el verano del 94, y cómo ella fue la causante de que Damon Albarn escribiera la canción que estaba sonando, Girls and Boys: "estábamos en Mallorca con unos amigos, sí? Allá van todos los tipos de toda Europa a desinhibirse, vieras las parrandas que se arman, allá meten todo lo que producen los carteles y las mafias de todo el mundo... pero bueno, te decía, pues en mi hotel estaba este tipo, Albarn, con una gente medio rara, y no te voy a negar que allá en Mallorca habían tipos muy buenos, y con unas amigas nos pusimos un día, en el bar del hotel, a apostar cuántos tipos éramos capaces de rumbearnos esa noche, y pues yo perdí porque sólo pude rumbearme ocho, mientras que la otra era una pelirroja operada, unas tetas absurdas, que se rumbeó como a 10 y se comió a otro tipo, pero eso me vine a dar cuenta después; y pues en esas se me acercó Albarn y me dice algo como "ustedes estaban apostando con tu amiga, cierto?" y le respondo esto: "No, we are girls who like boys, they're boys who like girls" pero le digo que sexo no, que siempre es con alguien que yo ame, algo como "I always do it with someone I really love, you know", y claro, le di mi dirección y tal, y cuando a los tres, cuatro meses salió la canción, Damon, muy amable él, me manda el sencillo de la canción y una carta que tengo allá en Londres..."

Y a Fabio no le importaba lo que dijera. Podía habérsela rumbeado Damon Albarn, todo Blur, todo Londres: en estos momentos él es el que la tiene como oficial. Y después del regalo de cumpleaños que Mónica le había dado, un fin de semana solos, sin siquiera escoltas, en casa de unos tíos, en Chinauta, el alemán estaba preparado para recibir la confirmación del "someone you really love". Ya hacía tres largos meses que había podido darle el primer beso, tras el cual había extendido la trinchera a través de su propia cama, en el apartamento de Chapinero Alto.

Y por supuesto, después de ese habían sucedido muchos. Algunos fallidos, como el que estaba listo a darle cuando sonaron los disparos y atacaron en Chapinero. Otros gloriosos, como el del parque de Usaquén, con coro de basquetbolistas a sus espaldas. Otros más, sutiles, como el andeneado con el que se saludaban si andaba cerca Duberney. Y otros apasionados, como el de la semana pasada en el apartamento de La Cabrera, que se arruinó porque duró 10 minutos, y ya iba convirtiéndose en relación sexual, cuando Fabio, en un arranque de lucidez, recordó que no había comprado condones para esa tarde. Por eso esta vez iba con todas las cuentas claras: dos cajas de Today, por si acaso. Dos botellas de Chivas 12. Dos de Absolut puro y una de Cinzano blanco, para hacer martinis. Algo de comida, mucho de licor. Y algo para la piscina, por supuesto; es así como va a salir todo perfecto este fincho.

Cruzar Fusa. La carretera convertida en calle principal, porque toda la ciudad se extiende alrededor. Fabio sólo veía, a lo lejos, los altos del páramo de Sumapaz. Nombre hermoso ese, aunque allá arriba había una sola guerra desde hace mucho rato, y estaba seguro que unos, a nombre del cartel, estaban transportando por ahí los paquetes para mandar a Nueva York, hoy o mañana, para empezar a abastecer antes de la temporada decembrina. Vacaciones en Cartagena, eran sus planes. Vacaciones en Manizales, eran los de ella. Un fin de semana juntos, eran los planes actuales, y es mejor no pensar mientras tanto, ya que el que piensa, pierde. Así que simplemente se dedicó a escuchar los acordes de Blur, y se dejaría llevar en Chinauta.

1 comentario:

andrexpipe dijo...

A ver le comento:
Me gustó más el estilo de la entrada anterior; pero igualmente me parece muy buena la forma en que está escribiendo y espero que al momento de terminar su libro me deje verlo, leerlo y disfrutarlo parcero (criticarlo creo que no mucho, pues me confieso seguidor de sus escritos y eso me hace valorarlos todos).