sábado, 26 de enero de 2008

Facilitadores de empresa mis polainas!

Hasta hace 2 horas, este post iba a ser sobre la guerra que cada vez asoma más por oriente, entre el chavismo muerto de hambre y el furibismo godofredocinicocasposo. Pero, por una situación que me ocurrió esta mañana, decidí NO hacerlo sobre eso, sino sobre los seres más despreciables del mundo: los facilitadores de empresa.

Estos entes son una especie de mezcla entre malos psicólogos y recreacionistas de playa. No tengo nada contra los psicólogos (tengo amigos psicólogos), y mucho menos contra los recreacionistas (mi papá es magister en Recreación); pero sí contra la mezcla de dichas profesiones. Nada personal, sólo un odio absurdo que me dejó hacerle caso a una vieja mamona, que quería que todos la obedeciéramos como si fuera nuestra propia madre - lo que me permite decir otra cosa: ¡la madre, que a mi mamá también la desobedezco de cuanto en tanto! - Todo debido a una historia que va a continuación.

La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional decidió pagar un costoso curso para que sus estudiantes "se insertaran mejor a la vida universitaria". Desde hace tres años, todos los primíparos de la Facultad de Ciencias Económicas reciben dicho curso, con la intención que aprendan "trabajo en equipo". Ahí comulgo con Andrés Restrepo en un artículo de Soho, en el que dice, ni más ni menos, esto:

Pero como un facilitador no puede cobrar la millonada que cobra por decir en forma escueta y directa lo que va a decir (en realidad, lo que diría cualquiera), entonces adorna con parafernalia y pompas innecesarias su discurso. Es que se vería muy feo cobrar 20 millones de pesos por decir: "Buenos días. Trátense con respeto, ayuden a sus compañeros en lo que puedan y sean responsables. Adiós".

Exacto. Como se vería malísimo que uno fuera a cobrar 20 millones de pesos para decir tremendas estupideces (a menos que uno fuera Al Gore, que cobra una millonada en dólares por una conferencia de una hora sobre "calentamiento global", y se ganó un Oscar por eso), tienen que ponerlo a uno a hacer pendejada y media. Voy a hacer un recuento rápido de qué nos hicieron hacer en tres sábados, de 8 a 12 - y entra otra interrupción: el sábado es sagrado. Yo los sábados me levanto a las 10 si no hay carrera, me quedo en cama hasta que el hambre me saca, me cocino algo rápido y me devuelvo a ver televisión, o subo a escribir pendejadas como esta -:

  • Para empezar, y dizque "conocernos", a lanzarnos unas bolas entre todos. Una especie de malabarismo entre 35. Y para colmo, si alguien se quedaba con la bola un tiempo superior a los 85 microsegundos, tocaba reiniciar.
  • Luego, dizque "para aplicar lo aprendido hoy", a cada grupo se le dio unos temas. Todos debían opinar sobre los temas, luego tabular las opiniones del tema que le correspondió, y mostrar de forma "creativa" lo que se dijo. Si bien ahí salió a mi ayuda Rodolfo Aycardi, la vergüenza sentida prefiero obviarla.
  • El sábado siguiente, dizque para "manejar comunicación", se nos trasteó, cual recua de mulas, a un sector libre, donde estarían ocultas plastilina, palillos y otras cosas. Hasta ahí, normal. En grupos, se debía armar una frase con la plastilina. Nada raro. Pero sorpresa: la actividad debía realizarse con todos vendados. Los más en los ojos, algunos en las manos, otros en la boca, y otros en los pies. Y para colmo, si uno no hacía nada (tipo yo, que poco podía hacer con ojos vendados, y un pie atado a otra pelada), lo sacaban y "penitencia". Afortunadamente, peleé lo suficiente para quitarme de encima ese problemita.
  • Ese mismo día, otra vez con las pelotas. Me tenían hasta las ídem, pero tocó "ensayar comunicación" de una forma "creativa". Y salió en mi ayuda el difunto Jaime Garzón, que me permitió recrear un aceptable Godofredo Cínico Caspa. ¡Ya no más con esta pendejada, carajo!
  • Para terminar el sábado pasado, otra canción. Ya para ese momento estaba que les cantaba las verdades, pero me tocó tragarme los escrúpulos. Y "cante aunque no cante", como diría el gran Jimmy Salcedo.
  • Hoy se acababa todo. Y para eso, nos hicieron jugar una especie de "Ultimate" - la Wikipedia define así al Ultimate, por si no lo conoce-, pero con una cantidad de normas que lo hacían parecer más un trámite de Notariado y Registro. Para colmo, a nuestro humilde equipo lleno de petardazos y paquetes, le pitaban contactos que no servían para sacarle la piedra ni a Chávez. Resultado esperado: el equipo quedó de sexto entre seis.
¿Y todo esto, dizque para que entremos mejor a la universidad? Yo no sé, pero a mí se me hace que todo esto lo único que sirve es para que la universidad le facture una jugosa cuenta a la empresa que mandó a semejantes "personajes". Facilitadores que lo único que hicieron fue dificultarme los sábados, y generar burlas de mis compañeros primíparos. Gracias, desgraciados.

miércoles, 23 de enero de 2008

El mamertismo y sus implicaciones

Hoy presencié una emocionantísima conferencia en la que los 25 grupos de trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional se presentaron. De esos 25 grupos, 20 eran de "Pensamiento Económico". Y de esos 20 grupos, 18 eran de izquierda (y los otros 2 no tenían postura definida). Y cada uno de los grupos de izquierda presumía de ser más "de izquierda" que el otro. Desde un grupo de economía ambientalista, hasta el paroxismo de la "zurdera", usando una palabra de un compañero de foro: un grupo que analizaba "el pensamiento económico del Che Guevara, porque es el único que ha planteado una política propia y no influida por el pensamiento del norte".

Es apenas obvio que las universidades públicas, y en especial la joya de la corona de la educación pública en Colombia (la Nacho), tengan esa tendencia a izquierdizarse y radicalizarse en sus críticas contra el gobierno que les ha quitado derechos a mansalva. Nada más considerar que en 1984, luego del cierre de mayo, la Universidad fue despojada de sus residencias estudiantiles bajo el fútil argumento de que "eran fuentes de drogadicción y terrorismo". Pero, el hecho que en apenas una semana, a nosotros los primíparos nos hayan intentado meter a la brava tanta cosa para intentar influenciar nuestro pensamiento hacia una posición antiuribista me mamó.

Aquí viene mi definición de "mamertismo". Mamertismo deriva de mamerto, y mamerto deriva de mamón. Mamerto, para mí, es aquel que se torna mamón intentando repetir cada nada su teoría, y haciéndonos creer que tiene la verdad revelada. Y mamertismo, de acuerdo a esto, es la tendencia a hacernos creer que la teoría que alguien propugna es la verdad única y de a puño. Evidentemente, esta tesis no es sólo de izquierda, pues personas como los furibistas SON mamertos al creer que, quien no apoya a su majestad, Álvaro Uribe I, son ignorantes, guerrilleros, son negados que no han tenido acceso a la gracia de Dios, o cosas así.

Así mismo, el mamerto promedio da argumentos de peso - de hecho, muy, pero muy pesados. Uno puede decir "los Estados Unidos han acabado con un número de empleos elevado en territorio americano para llevarlo en la modalidad de outsourcing a países subdesarrollados como la India o Indonesia", pero ellos sacan tablas, cuadros, gráficas, entrevistas a 87 jefes sindicales diferentes... y como resultado, un discurso de 30 minutos queda convertido en una diatriba de 5 horas tachonada de cifras que dejan a cualquiera en las nubes.

Ahora, preguntará el lector por qué inicié con una historia de la universidad. Pues bien, en el imaginario colectivo la palabra "mamerto" devuelve a una imagen de un personaje que ha leído los tres tomos de El Capital de Marx, que ha intentado conseguir por todos los medios una tribuna pública, y que toda la vida ha peleado contra el mal disfrazado en bandera de barras y estrellas. Pero, digo yo, alguna vez también el mal estuvo disfrazado de rojo, con hoz y martillo; y cuántos personajes de la vida pública no se volvieron mamertos! Y el ejemplo más claro, fue representado por el difunto Jaime Garzón, también representante estudiantil él, pero que nunca se mamertizó:

"¡¡¡¡Bala, señores!!!!"

Godofredo Cínico Caspa, coterráneo mío al haber nacido en territorio boyacense. Tinterillo del Externado. Totalmente opuesto a la libertad de expresión, de viaje y a liberar al país del lastre de los auxilios parlamentarios. ¡Más mamerto pa'dónde, si todos los que no piensan como él están mal! ¡Carajo! Buenas noches.

domingo, 20 de enero de 2008

El inicio de los tiempos

Por una vez en la vida me dio por mantener más de un blog. Y me creo valiente, ahora que tengo a la Nueva Zona Machecor con un número de visitantes (14 y yo) constante. Por eso, me dio por crearme otro blog. Ya son 3 en los que escribo, y como 10 en los que comento. Pero, al contrario de los otros blogs en los que ando, este no será de Fútbol. Este será de temas más serios, tratados de pronto con menos seriedad, pero serios al fin y al cabo. A ver si no sólo le saco el puesto a Peláez, sino también a los pendejos de la sección de Política de El Tiempo, y sobre todo al analista político de cabecera, César Augusto Londoño (?).