miércoles, 23 de enero de 2008

El mamertismo y sus implicaciones

Hoy presencié una emocionantísima conferencia en la que los 25 grupos de trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional se presentaron. De esos 25 grupos, 20 eran de "Pensamiento Económico". Y de esos 20 grupos, 18 eran de izquierda (y los otros 2 no tenían postura definida). Y cada uno de los grupos de izquierda presumía de ser más "de izquierda" que el otro. Desde un grupo de economía ambientalista, hasta el paroxismo de la "zurdera", usando una palabra de un compañero de foro: un grupo que analizaba "el pensamiento económico del Che Guevara, porque es el único que ha planteado una política propia y no influida por el pensamiento del norte".

Es apenas obvio que las universidades públicas, y en especial la joya de la corona de la educación pública en Colombia (la Nacho), tengan esa tendencia a izquierdizarse y radicalizarse en sus críticas contra el gobierno que les ha quitado derechos a mansalva. Nada más considerar que en 1984, luego del cierre de mayo, la Universidad fue despojada de sus residencias estudiantiles bajo el fútil argumento de que "eran fuentes de drogadicción y terrorismo". Pero, el hecho que en apenas una semana, a nosotros los primíparos nos hayan intentado meter a la brava tanta cosa para intentar influenciar nuestro pensamiento hacia una posición antiuribista me mamó.

Aquí viene mi definición de "mamertismo". Mamertismo deriva de mamerto, y mamerto deriva de mamón. Mamerto, para mí, es aquel que se torna mamón intentando repetir cada nada su teoría, y haciéndonos creer que tiene la verdad revelada. Y mamertismo, de acuerdo a esto, es la tendencia a hacernos creer que la teoría que alguien propugna es la verdad única y de a puño. Evidentemente, esta tesis no es sólo de izquierda, pues personas como los furibistas SON mamertos al creer que, quien no apoya a su majestad, Álvaro Uribe I, son ignorantes, guerrilleros, son negados que no han tenido acceso a la gracia de Dios, o cosas así.

Así mismo, el mamerto promedio da argumentos de peso - de hecho, muy, pero muy pesados. Uno puede decir "los Estados Unidos han acabado con un número de empleos elevado en territorio americano para llevarlo en la modalidad de outsourcing a países subdesarrollados como la India o Indonesia", pero ellos sacan tablas, cuadros, gráficas, entrevistas a 87 jefes sindicales diferentes... y como resultado, un discurso de 30 minutos queda convertido en una diatriba de 5 horas tachonada de cifras que dejan a cualquiera en las nubes.

Ahora, preguntará el lector por qué inicié con una historia de la universidad. Pues bien, en el imaginario colectivo la palabra "mamerto" devuelve a una imagen de un personaje que ha leído los tres tomos de El Capital de Marx, que ha intentado conseguir por todos los medios una tribuna pública, y que toda la vida ha peleado contra el mal disfrazado en bandera de barras y estrellas. Pero, digo yo, alguna vez también el mal estuvo disfrazado de rojo, con hoz y martillo; y cuántos personajes de la vida pública no se volvieron mamertos! Y el ejemplo más claro, fue representado por el difunto Jaime Garzón, también representante estudiantil él, pero que nunca se mamertizó:

"¡¡¡¡Bala, señores!!!!"

Godofredo Cínico Caspa, coterráneo mío al haber nacido en territorio boyacense. Tinterillo del Externado. Totalmente opuesto a la libertad de expresión, de viaje y a liberar al país del lastre de los auxilios parlamentarios. ¡Más mamerto pa'dónde, si todos los que no piensan como él están mal! ¡Carajo! Buenas noches.

No hay comentarios: