domingo, 8 de julio de 2012

Manolo Bellon, liberado

(N. del C. de R. Este es un ejercicio académico realizado para la asignatura Géneros Informativos. Lo publico acá porque quiero que la gente lo vea, y porque sé que muchos quieren conocer más sobre ese gran personaje de la radio que estaba que se saltaba el muro en el concierto de Paul McCartney, el pasado 19 de abril).



Manolo Bellon, junto a su perra dálmata, Schatzi. (Foto cortesía Manolo Bellon)


MANOLO, LIBERADO

Manolo Bellon y su vida girando alrededor de la radio, el concierto de Paul McCartney en Bogotá y su escuela y fundación de música.

Por Juan Manuel Reyes

Paul McCartney se presentó en Bogotá el 19 de abril de 2012; concierto que se presentó, por primera vez en mucho tiempo, en vivo por televisión colombiana. Manolo Bellon, su presentador, parecía maniatado por su labor junto a Omaira Morales durante la hora que debían cubrir sin mostrar imágenes de la tarima, por restricciones contractuales. Esto conmovió al público que lo veía por Canal Capital. Twitter se inundó de mensajes que pedían la libertad de Bellon: #liberenamanolo, un hashtag (referencia para clasificación de mensajes) para pedir por su “liberación” del trabajo que había realizado en Canal Capital, y de permitirle ir a disfrutar el concierto en la tribuna, se convirtió en uno de los temas más hablados en la red social esa noche de jueves, mientras McCartney tocaba sus canciones y algunas de Los Beatles en El Campín.

Pero Manolo no se sentía así. “Yo terminé muy feliz”, dice. “Tuve el privilegio de poder llevarle el concierto a ocho millones de colombianos”. Esta forma de combinar sus gustos musicales con su vena periodística es un elemento distintivo de Manuel Bellon Benkendoerfer, nacido el 4 de marzo de 1949 en Bogotá de padres alemanes; “Manolo”, para los colombianos que escucharon durante más de 40 años su voz en la radio, leyeron sus columnas de música y lo vieron presentando eventos. Para todos los que pidieron por su liberación el 19 de abril, algo que para él fue “muy divertido en aquel momento”.

Y algo que demuestra cómo lo quiere el público. Eso considera Gustavo Gómez, periodista y presentador de Hoy por Hoy en Caracol Radio, que cree que la reacción popular demuestra su condición de “único e irrepetible”. “Manolo es una Biblia sin ínfulas”, dice Gustavo, que trabajó a su lado entre 2004 y 2010. “Un testigo incomparable de la historia del pop, al cual cualquiera podía acceder, porque con él todo fue sencillo y grato siempre”, asegura. Sofía Gómez, reportera del diario El Tiempo, recuerda de la primera vez que lo conoció, en una entrevista con motivo del lanzamiento de su libro sobre Los Beatles en el 2003: “me sorprendió que era mucho más encantador que como lo imaginaba. Uno se hace una imagen mental de cómo es una persona por como habla en radio, y yo sabía que era una persona muy inteligente, brillante, pero cuando lo conocí, era una persona muy sencilla y me encantó”, agrega.

Manolo estuvo desde muy niño imbuido por la música. Sus padres, Waldemar y Luisa, escuchaban música clásica: Bach, Beethoven, Schubert, Chopin. Pero a sus seis años escuchó por primera vez rock n’ roll: The Crew Cuts, Buddy Holly y Elvis Presley. Y eso lo transformó, aunque no al nivel de cuando escuchó por primera vez una canción de Los Beatles: I Wanna Hold Your Hand, la canción con la  cual inició la Beatlemanía en Estados Unidos, en enero de 1964. Y aunque entró a estudiar Veterinaria en la Universidad Nacional en 1967, su trabajo radial, empezando en la emisora juvenil de Caracol ‘Radio 15’ en 1969, y los constantes cierres y paros en la Universidad hicieron que desistiera de la veterinaria y se dedicara a presentar la música de la que había aprendido escuchando radio internacional y leyendo ediciones atrasadas de Time, el Miami Herald y el New York Times. De ese primer acercamiento a Radio 15, recuerda Manolo, “fue amor a primera vista. Me paré frente al micrófono, empecé a hablar y me di cuenta que eso era lo que quería hacer toda mi vida”.

Bellon ha pasado toda su vida en la radio musical. Programas como “Flashback” y “Surcos del Pop” marcaron a una generación de colombianos, que lo escuchaban en Radio 15, Todelar Estéreo, la Superestación (que ayudó a fundar), Caracol Estéreo y su sucesora, La W. También presentó conciertos por televisión, tuvo una columna semanal de música en El Tiempo y tres libros: “The Beatles, la historia”, publicado en el 2003; “El ABC del Rock”, del 2007, y “Surcos del Pop”, lanzado en la Feria del Libro de 2011. Y esa afición a la música ha llegado a su casa, con su esposa Claudia y sus hijas Jennifer y Jessica. “Ellas son más de un tipo de música punk”, dice Bellon, quien cree que esto se debe a que era el estilo de moda durante su adolescencia. “Es algo normal; así como mis favoritos son los sonidos de los 60, los de ellas son los de los 80. Pero de todos modos discutimos de música nueva, a veces, bandas como The Mills o The Black Cat Bone en lo colombiano que me parecen estupendas”, dice.

Al recordar sus años en las emisoras juveniles, Manolo considera que la radio musical ha cambiado, tal vez para mal. “Antes uno tenía casi absoluta libertad para poder poner música dentro de la emisora, según sus parámetros de programación”, recuerda. “Ahora, la radio no parece estar buscando calidad, sino sintonía, y eso implica, al final de cuentas, facturación. Antes la radio se definía por qué música era de buen gusto, qué tenía de estilo. Hoy día, parece que la gente dice ‘hagamos esto, porque esto se vende’, y eso es algo que a mí me choca”, dice. Esa opinión de una radio comercializada es compartida por Gustavo Gómez. “Es cierto que la radio es comercial, pero creo que debería estar abierta a un espectro más grande en términos de música", dice. 

Su trabajo musical también introdujo a miles de sus oyentes a Los Beatles. Entre 1999 y 2001, “Flashback” hizo 99 especiales sobre los Fab Four en Caracol Estéreo, los cuales condujeron a qué Manolo ganara un disco de oro por las ventas del disco de recopilación “The Beatles 1”, en 2002, sin haber colaborado en su grabación. “Cada vez que se acercaba un aniversario de la muerte de John Lennon, Surcos del Pop se convertía en un programa de Los Beatles”, recuerda Julio César Guzmán, editor de cultura de El Tiempo. “Eran días y días alrededor del 8 de diciembre dedicados a Los Beatles, a John Lennon, a Paul McCartney”. Y todo ese fanatismo hizo que, cuando se anunció que el concierto de Paul McCartney sería transmitido por Canal Capital, se diera por sentado que la transmisión sería presentada por él.

Terminado el concierto, Manolo regresó a lo que lo ocupa hoy día: la escuela de música que lleva su nombre, una casa enorme en el barrio de La Soledad. Fundada junto a la docente de música y amiga personal de Bellon Martha Ríos, esta escuela da educación tanto en música académica como en ritmos contemporáneos. “Los llamamos así porque no trabajamos con ritmos populares, como salsa, vallenato o música folclórica”, aclara Bellon. Si bien en el momento la escuela atiende a 22 estudiantes que pagan $300000 mensuales para aprender la ejecución de instrumentos, la idea de la escuela es montar una fundación, para permitir que personas de escasos recursos puedan acceder a sus servicios. “La música es una forma de enseñarle muchas cosas buenas a niños y jóvenes”, afirma, “y eso los ayudará a ellos, sea que se conviertan en músicos profesionales o se dediquen a otra cosa”. El principal problema que limita a la fundación es la falta de recursos, por algo que él considera “falta de una cultura de donaciones en Colombia”. Manolo espera conseguir estos recursos mediante donaciones en el extranjero. 

Esta es una labor muy poco conocida de Manolo, casi tanto como su escuela, indistinguible de otras casas del barrio excepto por un letrero que hace poco fue cambiado, precisamente para hacerla más visible. Pero Manolo no se desanima. Sigue golpeando puertas en entidades públicas y privadas, mezcla su labor en la escuela con Surcos del Pop, ahora por Internet, y sigue manteniéndose actualizado en la escena musical, colombiana e internacional. “Esto de la fundación es también mi reconocimiento a la música”, dice, “ella me dio mucho a mí y yo quiero que otras personas reciban lo mismo que me dio la música a mí”. Manolo Bellon no sólo está libre, sino que sigue dando al público todo lo que la música le dio desde aquel día que se paró por primera vez frente a un micrófono en Radio 15.

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