Manolo Bellon, junto a su perra dálmata, Schatzi. (Foto cortesía Manolo Bellon)
MANOLO, LIBERADO
Manolo Bellon y su
vida girando alrededor de la radio, el concierto de Paul McCartney en Bogotá y
su escuela y fundación de música.
Por Juan Manuel Reyes
Paul McCartney se
presentó en Bogotá el 19 de abril de 2012; concierto que se presentó, por
primera vez en mucho tiempo, en vivo por televisión colombiana. Manolo Bellon, su
presentador, parecía maniatado por su labor junto a Omaira Morales durante la
hora que debían cubrir sin mostrar imágenes de la tarima, por restricciones contractuales. Esto conmovió al
público que lo veía por Canal Capital. Twitter se inundó de mensajes que pedían
la libertad de Bellon: #liberenamanolo, un hashtag (referencia para
clasificación de mensajes) para pedir por su “liberación” del trabajo que había
realizado en Canal Capital, y de permitirle ir a disfrutar el concierto en
la tribuna, se convirtió en uno de los temas más hablados en la red social esa
noche de jueves, mientras McCartney tocaba sus canciones y algunas de Los
Beatles en El Campín.
Pero Manolo no se
sentía así. “Yo terminé muy feliz”, dice. “Tuve el privilegio de poder llevarle
el concierto a ocho millones de colombianos”. Esta forma de combinar sus gustos
musicales con su vena periodística es un elemento distintivo de Manuel Bellon
Benkendoerfer, nacido el 4 de marzo de 1949 en Bogotá de padres alemanes;
“Manolo”, para los colombianos que escucharon durante más de 40 años su voz en
la radio, leyeron sus columnas de música y lo vieron presentando eventos. Para
todos los que pidieron por su liberación el 19 de abril, algo que para él fue
“muy divertido en aquel momento”.
Y algo que
demuestra cómo lo quiere el público. Eso considera Gustavo Gómez, periodista y
presentador de Hoy por Hoy en Caracol
Radio, que cree que la reacción popular demuestra su condición de “único e
irrepetible”. “Manolo es una Biblia sin ínfulas”, dice Gustavo, que trabajó a su lado entre 2004 y 2010. “Un testigo incomparable de la historia del
pop, al cual cualquiera podía acceder, porque con él todo fue sencillo y grato
siempre”, asegura. Sofía Gómez, reportera del diario El Tiempo, recuerda de la
primera vez que lo conoció, en una entrevista con motivo del lanzamiento de su
libro sobre Los Beatles en el 2003: “me sorprendió que era mucho más encantador
que como lo imaginaba. Uno se hace una imagen mental de cómo es una persona por
como habla en radio, y yo sabía que era una persona muy inteligente, brillante,
pero cuando lo conocí, era una persona muy sencilla y me encantó”, agrega.
Manolo estuvo desde
muy niño imbuido por la música. Sus padres, Waldemar y Luisa, escuchaban música
clásica: Bach, Beethoven, Schubert, Chopin. Pero a sus seis años escuchó por
primera vez rock n’ roll: The Crew Cuts, Buddy Holly y Elvis Presley. Y eso lo
transformó, aunque no al nivel de cuando escuchó por primera vez una canción de
Los Beatles: I Wanna Hold Your Hand, la
canción con la cual inició la
Beatlemanía en Estados Unidos, en enero de 1964. Y aunque entró a estudiar
Veterinaria en la Universidad Nacional en 1967, su trabajo radial, empezando en
la emisora juvenil de Caracol ‘Radio 15’ en 1969, y los constantes cierres y
paros en la Universidad hicieron que desistiera de la veterinaria y se dedicara
a presentar la música de la que había aprendido escuchando radio internacional
y leyendo ediciones atrasadas de Time, el Miami Herald y el New York Times. De
ese primer acercamiento a Radio 15, recuerda Manolo, “fue amor a primera vista.
Me paré frente al micrófono, empecé a hablar y me di cuenta que eso era lo que
quería hacer toda mi vida”.
Bellon ha pasado
toda su vida en la radio musical. Programas como “Flashback” y “Surcos del Pop”
marcaron a una generación de colombianos, que lo escuchaban en Radio 15,
Todelar Estéreo, la Superestación (que ayudó a fundar), Caracol Estéreo y su
sucesora, La W. También presentó conciertos por televisión, tuvo una columna
semanal de música en El Tiempo y tres libros: “The Beatles, la historia”,
publicado en el 2003; “El ABC del Rock”, del 2007, y “Surcos del Pop”, lanzado
en la Feria del Libro de 2011. Y esa afición a la música ha llegado a su casa,
con su esposa Claudia y sus hijas Jennifer y Jessica. “Ellas son más de un tipo
de música punk”, dice Bellon, quien cree que esto se debe a que era el estilo
de moda durante su adolescencia. “Es algo normal; así como mis favoritos son
los sonidos de los 60, los de ellas son los de los 80. Pero de todos modos
discutimos de música nueva, a veces, bandas como The Mills o The Black Cat Bone
en lo colombiano que me parecen estupendas”, dice.
Al recordar sus
años en las emisoras juveniles, Manolo considera que la radio musical ha
cambiado, tal vez para mal. “Antes uno tenía casi absoluta libertad para poder
poner música dentro de la emisora, según sus parámetros de programación”,
recuerda. “Ahora, la radio no parece estar buscando calidad, sino sintonía, y
eso implica, al final de cuentas, facturación. Antes la radio se definía por
qué música era de buen gusto, qué tenía de estilo. Hoy día, parece que la gente
dice ‘hagamos esto, porque esto se vende’, y eso es algo que a mí me choca”,
dice. Esa opinión de una radio comercializada es compartida por Gustavo Gómez.
“Es cierto que la radio es comercial, pero creo que debería estar abierta a un
espectro más grande en términos de música", dice.
Su trabajo musical
también introdujo a miles de sus oyentes a Los Beatles. Entre 1999 y 2001,
“Flashback” hizo 99 especiales sobre los Fab Four en Caracol Estéreo, los
cuales condujeron a qué Manolo ganara un disco de oro por las ventas del disco
de recopilación “The Beatles 1”, en 2002, sin haber colaborado en su grabación.
“Cada vez que se acercaba un aniversario de la muerte de John Lennon, Surcos
del Pop se convertía en un programa de Los Beatles”, recuerda Julio César
Guzmán, editor de cultura de El Tiempo. “Eran días y días alrededor del 8 de
diciembre dedicados a Los Beatles, a John Lennon, a Paul McCartney”. Y todo ese
fanatismo hizo que, cuando se anunció que el concierto de Paul McCartney sería
transmitido por Canal Capital, se diera por sentado que la transmisión sería presentada
por él.
Terminado el
concierto, Manolo regresó a lo que lo ocupa hoy día: la escuela de música que
lleva su nombre, una casa enorme en el barrio de La Soledad. Fundada junto a la
docente de música y amiga personal de Bellon Martha Ríos, esta escuela da
educación tanto en música académica como en ritmos contemporáneos. “Los
llamamos así porque no trabajamos con ritmos populares, como salsa, vallenato o
música folclórica”, aclara Bellon. Si bien en el momento la escuela atiende a
22 estudiantes que pagan $300000 mensuales para aprender la ejecución de
instrumentos, la idea de la escuela es montar una fundación, para permitir que
personas de escasos recursos puedan acceder a sus servicios. “La música es una
forma de enseñarle muchas cosas buenas a niños y jóvenes”, afirma, “y eso los
ayudará a ellos, sea que se conviertan en músicos profesionales o se dediquen a
otra cosa”. El principal problema que limita a la fundación es la falta de
recursos, por algo que él considera “falta de una cultura de donaciones en
Colombia”. Manolo espera conseguir estos recursos mediante donaciones en el
extranjero.
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